Aralar está considerado Parque Natural desde el año 1994 y tiene 10.956 Ha. En lo que respecta a Ataun, tres cuartos del municipio están en el interior del parque. Tiene muchos caminos de entrada y la mayoría situados en el mismo Ataun. El principal es el de Lizarrusti.
El Parque Natural de Aralar, por su altitud, extensión, el uso del suelo y su valor natural, se encuentra en lo que se considera uno de los entornos de montes más importantes del País Vasco. Se encuentra al sur-este de Guipúzcoa y hace frontera con la cordillera de montes de Navarra. Tenemos esta referencia del paisaje del primer nivel.
En el parque también hay muchos espacios de gran singularidad y valor natural:
El hayedo Akaitz, que es conocido por la cantidad de tejos que tiene; el lapiaz de Pardarri, las faldas y valles de la zona norte del Txindoki, en lo que a flora y fauna se refiere tienen especies muy particulares; la meseta de Atizarte que conocemos como el “Domo de Ataun”; el valle de Arritzaga y el circo helado de Pardelutze que tiene interés geológico propio; bosques frondosos importantes, etc.
El Parque Natural de Aralar es un espacio con grandes posibilidades desde el punto de vista del ocio y la diversión. Los pueblos y caseríos de la zona, cualquiera de ellos, tienen encanto para los visitantes de Aralar. Las conocidas cimas del Txindoki o los monumentos megalíticos que existen en amplias zonas altas de pasto son de gran interés para los montañeros. En el puerto de montaña de Lizarrusti, se ha construido un Centro de Información y en el hostal el Centro de Interpretación del Parque.
Después de ver el Diaporama, se pueden hacer muchas excursiones en el interior de la cordillera de Aralar: embalse de Lareo, excursión a los monumentos megalíticos, Castillo de Jentilbaratza, cerros, cimas, etc.
A parte de la periferia y del barrio de Aia, en el Parque no hay muchos habitantes. Así pues, en la parte baja del parque no encontraremos más que escasos caseríos dispersos y chabolas para uso de los ganaderos.
El pasado de los seres humanos de Aralar hay que situarla en la época Neolítica con la actividad del pastoreo. A pesar del paso del tiempo se conservan muchos monumentos de enterramientos, los primeros seres humanos transformaron este entorno natural que es muy parecido; en estas amplias peñas de piedra caliza hubo bosques.
En verano, los pastores solían tener bordas a modo de vivienda en las cordilleras y allí solían desarrollar su actividad. La mayoría de estas bordas se encuentran ubicadas en los prados públicos del suelo de la Mancomunidad de Enirio-Aralar.
Aralar ha tenido muchas leyendas y mitos. La aparición del ángel San Miguel a Teodosio Goñi en el siglo VIII, la cueva de Mari y Txindoki, la Dama de Putxerri, los gentiles y la llegada de Kixmi, son pasajes mitológicos conocidos que se dieron en la cordillera.
Hijo de Ataun fue Don José Miguel Barandiarán (1889-1991) que reunió muchas de estas leyendas y que investigó los yacimientos arqueológicos de Aralar. Allí están catalogados 30 dólmenes, 15 túmulos, 7 monolitos, 2 crómlech y 13 cuevas.
Las antiguas calzadas de Munoa y los restos del Castillo de Auza, anuncian que en una época de la historia hubo comercio y guerra. Los restos de las minas de Arritzaga y los trenes del bosque de Lizarrusti, molinos y ferrerías, que traen a la memoria la principal actividad industrial del parque hace unas décadas; leñadores, carboneros y pastores que pasaban varios meses en la cordillera.
En las inmediaciones del Parque se pueden encontrar arquitecturas de gran interés relacionadas con el trabajo del campo (caseríos, casas torres, casas solariegas) y con la religión (ermitas e iglesias). Entre la arquitectura religiosa destaca la ermita de San Miguel situada en el corazón de la cordillera. Como está situada en Navarra, el segundo domingo de agosto llevan la imagen de peregrinación hasta Igaratza en Guipúzcoa.
Aralar tanto en Guipúzcoa como en el conjunto del País Vasco, tradicionalmente ha sido un punto de referencia de montañeros. Txindoki, Ganbo, Putterri, Auza, Irumugarrieta, Marumendi, Enerio, Igaratza, etc. son del tipo de cimas que tienen atractivo, tanto como los hayedos de Navarra y San Miguel y por la situación estratégica respecto a las ciudades de Guipúzcoa y Navarra, la mayoría de la gente toma como referencia la rica zona natural de Aralar:
El embalse de Lareo, la cantidad de monumentos megalíticos prehistóricos; once pasajes mitológicos de las cien cuevas; jabalís, gatos monteses, zorros, buitres, águilas y diferentes animales de hermosos terrenos de hayas y robles.